Según datos sobre
la Salud Bucodental de los españoles, el 12% de los españoles no se cepilla a
diario y un 2,3% no lo hace nunca.
A todos en alguna ocasión olvidamos u obviamos cepillarnos algún día, pero, hay personas que deciden abandonar esta práctica.
A todos en alguna ocasión olvidamos u obviamos cepillarnos algún día, pero, hay personas que deciden abandonar esta práctica.
La salud de nuestra boca es mucho
muy importante.
De hecho, según
recientes estudios, el estado de nuestras encías podría indicar que estemos
padeciendo determinadas enfermedades o fallos
en nuestro organismo.
Los expertos se
plantean qué ocurriría si no ponemos remedio a esta situación y nos pasamos una
semana, un mes, un año o más sin lavarnos los dientes.
El odontólogo Mark S. Wolff da respuesta en
'Yahoo Health':
Un día sin cepillarte…
Si pasadas 24 horas
no te cepillas, empieza a acumularse una fina
capa de placa que actúa como depósito de bacterias en la parte
exterior de tus dientes.
Probablemente en un día apenas hay daño alguno, pero si no lo remediamos está crece y crece y a las 48 horas a los gérmenes y la suciedad se une el mal aliento.
Probablemente en un día apenas hay daño alguno, pero si no lo remediamos está crece y crece y a las 48 horas a los gérmenes y la suciedad se une el mal aliento.
Pasada una semana
Si tu dejadez se
empieza a convertir en un hábito y dejas que tus dientes
sigan ensuciándose mientras comes, bebes y duermes durante siete días, “la
acumulación de placa en los dientes es cada vez más gruesa y empieza a oler”.
No sólo eso, durante esta primera semana de no cepillarnos empieza a desarrollarse la gingivitis, una enfermedad bucal frecuente que afecta a las encías inflamándolas e irritándolas, de tal forma que en estos primeros días, sólo con tocarnos la zona, podrían sangrarnos un poco.
No sólo eso, durante esta primera semana de no cepillarnos empieza a desarrollarse la gingivitis, una enfermedad bucal frecuente que afecta a las encías inflamándolas e irritándolas, de tal forma que en estos primeros días, sólo con tocarnos la zona, podrían sangrarnos un poco.
Un mes después
Treinta días después de
haber abortado por completo el plan de mantener una mínima higiene bucal,
las bacterias que viven dentro
de nuestra boca, comienzan su proceso de descomposición:
“No sólo tendrás las encías muy inflamadas y enrojecidas, si además tomas alimentos azucarados, el riesgo de que se produzca una caries casi de inmediato se incrementa sin medida”, explica Wolff, quien además advierte que pasado el mes es cuando comienzan a aparecer puntos blancos en los dientes.
“No sólo tendrás las encías muy inflamadas y enrojecidas, si además tomas alimentos azucarados, el riesgo de que se produzca una caries casi de inmediato se incrementa sin medida”, explica Wolff, quien además advierte que pasado el mes es cuando comienzan a aparecer puntos blancos en los dientes.
Al año
En el momento en
que una persona ha pasado 365 días sin cepillarse, su saliva, sobre todo si continúa llevando una
dieta alta en azúcar, se encarga de crear caries dentales.
La
magnitud de los daños de este año sabático de higiene dental, varía
en función de nuestra propia disposición genética y de los años que tengamos,
ya que el cuerpo está más preparado para protegernos cuando somos más jóvenes.
Si alguien mayor de 50 años, deja de lavarse los dientes tendrá más problemas. Especialmente si esta persona está enferma o recibiendo algún tratamiento médico, su dentadura empezaría rápidamente a soltarse y comenzarían a caerse algunas piezas.
En consecuencia, aconsejamos cepillarse los dientes tres veces al día, no dejando el cepillado de la noche (ya que es el más importante), usar hilo dental o bien cepillos interproximales u irrigadores.
Fuente; El confidencial
Si alguien mayor de 50 años, deja de lavarse los dientes tendrá más problemas. Especialmente si esta persona está enferma o recibiendo algún tratamiento médico, su dentadura empezaría rápidamente a soltarse y comenzarían a caerse algunas piezas.
En consecuencia, aconsejamos cepillarse los dientes tres veces al día, no dejando el cepillado de la noche (ya que es el más importante), usar hilo dental o bien cepillos interproximales u irrigadores.
Hay que lavar y secar el cepillo después de cada uso.
El cepillo debe cambiarse aproximadamente cada tres meses si es manual y cada mes y medio si es eléctrico.
Fuente; El confidencial